Si las moleculas de arena recorren las lineas de mi mano, mientras el sol cae, allá lejos -en un horizonte que invita a soñar- y el viento juega con mis oídos y recorre mi cuerpo al tiempo que las olas mueren y renacen en una orilla gastada que pronto será sólo un recuerdo... puedo decir que todavía guardo algo de esperanza.
jueves, 31 de enero de 2008
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