De las cosas que siempre suelo decir y aún no me convencen:
Será un balance imposible de alcanzar lo que todos buscamos constantemente, o algo por el estilo.
Yo no tengo balance,
creo que nunca lo tuve.
Pasé horas hermosas, siempre seguidas de días horribles. Puedo cambiar de ánimo a toda hora, en todo momento, en cuestión de segundos y por motivos considerablemente insignificantes al ojo espectador. Nunca estoy segura de nada, y cambio de convicciones a diario.
Las pocas personas que me conocen de verdad (si es que queda alguna todavía) supieron darse cuenta de eso.
Tal vez sea ese el motivo de que la gente se canse de mi. Debe ser asfixiante estar con alguien así. De vez en cuando la gente disfruta un poco de grises.
O quizas les pase a todos, no lo se.
domingo, 9 de marzo de 2008
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1 comentario:
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Hola Debby...
Leo tu post... tus posts... y parece que me leo en un espejo... no estás sóla... de hecho habemos muchos con esta condición, sólo que pocos lo reconocemos... eso debe valer algo...
No creo que te sirvan consejos... dicen que sólo escuchamos las palabras que refuerzan lo que creemos...
Si acaso, sólo te recomiendo que tengas paciencia y que estés atenta... porque aunque no lo parezca, esto tiene remedio... y no se trata de cambiar... al menos no del todo...
Que gusto leerte de nuevo...
Saludos...
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