viernes, 30 de mayo de 2008

hace días ya, que todos mis días son domingos.
y podría.. quizas podría, sentarme a llorar, o salir al frío para cambiar la situación.
pero ¿qué sentido tendría? ¿qué sentido tiene levantarse día a día?
¿y, dónde estás vos círculo? yo aquí te espero, entre fríos y grises domingos.
entre madrugadas temblorosas y lágrimas congeladas, entre dolores insoportables y atardeceres interminables, yo aquí te espero, círculo, aquí te espero. *




referencia: 8 de abril del 2008.

1 comentario:

Guillermo N. A. dijo...

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si fuese otro te preguntaría:
"¿Por qué esperar?"

si fuese otro te conminaría a:
"Salir en busca de ese círculo"

que "el mundo NO es de los que esperan"...

que "es un desperdicio, y hasta una irrespnsabilidad... que la vida es una... que la vida es muy corta para esperar"...

y más... mucho más...

pero no soy otro... soy el que soy...
soy también de los que "espera"...

y tanto he esperado, que te podría decir que aunque hayas decidido esperar, puedes dejar de hacerlo cuando te de la gana...
te podría decir que visto de esta manera, sin estas "ataduras", resulta que no son tan malos los "domingos"... ni las lágrimas congeladas, ni los atardeceres interminables...
te podría decir que hasta en el dolor puede encontrarse algún pacer...

Pero, Debby querida... en esta espera he aprendido (o al menos concluído) que de nada sirve decir nada, porque es cosa que cada quien debe descubrir...
Así pues, sólo atino a leerte...
acaso, si pudiera, sólo me sentaría en silencio, a tu lado...

a esperar...

Saludos...
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