jueves, 4 de octubre de 2007

[...]

XIV

¿Y esa otra duración, el sol
irrealizando la pared, el ruido urbano?

"Irrealizando" escribo "la pared", escribo "el ruido",
escribo "el ruido, la pared ¿y qué?"

"Ahora" escribo, "y en la hora
en que lo niegue una vez más",
escribo como quien
salió a perder: "no hay nada" escribo "que perder.
No hay nada más que cosas, no hay nada".

[...]

Daniel Freidemberg
En esos momentos cuando el vacío parece infinito y las cosas que pasan a nuestro alrededor se tornan insignificantes, cuando nada tiene sentido y el destino de nuestro viaje se pierde entre las sombras del horizonte... a veces, muy de vez en cuando, la sonrisa de un extraño cambia el curso de nuestras vidas.

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